Salimos de Alcañiz y nos dirigimos hacia Arnes. La previsión meteorológica preveía agua, el día está nublado, pero no amenaza. Desde la zona deportiva, continuamos por un camino asfaltado unos kilómetros. Lo abandonamos y justo dejamos los coches. Comenzamos a caminar a las nueve horas, junto al Mas Nou, siguiendo las marcas de la Estrella del Sur. Al principio el sendero no está claro y es conveniente seguir los hitos que hay. Para colmo, las nevadas han roto ramas de pino, que han caído sobre las sendas, fue una constante en todo el recorrido. Atravesamos el barranco del Moro y el río Estrets, que bajaba mas agua de lo normal, poniendo a prueba el “gore” de las botas.
Ya en los Estrechos no hay problema, seguimos la conducción del agua potable. Antes de abandonar la senda en dirección al Mas de Corretja, Victoria descubre que hay todavía setas negrillas, hacemos un alto y aprovechamos para almorzar. La cosa está floja, sólo hay una bota de vino, que va y viene. El terreno está muy húmedo, pero el tiempo va perdonando.
Continuamos andando y en la subida a Corretja, aparecen de nuevo “negrillas”. Por cierto, han puesto un nuevo panel interpretativo en las cercanías del mas, de esos que nos dicen los picos que vemos. Continuamos subiendo y el sendero está muy limpio, ya que hacía mucho tiempo que no pasábamos por ahí. La humedad relativa es alta, se suda mucho. Salimos al Coll de Pell Negre y a la pista que sale de La Franqueta. Barro y algún nevero que queda anima al de siempre, Pepe, y empieza a tirar bolas de nieve al personal. De nuevo encontramos “negrillas”. Paramos un poco en el Coll de Miralles, junto a la balsa contra incendios. Parece que el tiempo se complica, hay niebla en Les Terrañes y unas goticas nos hacen temer lo peor, pero no pasa de ahí. Nos adentramos en el barranco de Les Tosques. El sendero está limpio y han arreglado la fuente del Pedregal, hay un gamellón nuevo y agua. Continuamos, alguno charra, que te charra, se da un tropezón que da con toda su altura en el suelo, no pasa nada. Los tramos que hay que ir por el cauce del barranco están secos, mejor. El descenso es suave y perfecto. Oímos el ladrar de un perro perdido, sale a nuestro encuentro medio muerto. No sabemos que hacer, José María le da algo de agua, se recupera y continúa, pero no nos sigue. Paramos en el Mas de Les Valls y volvemos a ver al perro. Comemos y la bota va y viene. Últimamente los termos abundan y Javier no enciende ni el hornillo para hacer café. Hay suficiente, además contamos con las tartas de Felisa y de Conchita. Luego aparece el pacharán y un orujo. Para acabar con “los ositos” de Pepe. Como hace fresquito, rápidamente seguimos andando. Salimos por debajo de Les Moles del Don y continuamos por el ligallo dels Viernets, hasta llegar a los coches. Son las cuatro de la tarde, el tiempo nos ha perdonado, todo el día nublado y frío. Nos vamos hasta Valderrobres a echar la cervecita y como alguna peña aún quiere alguna mas, paramos en Alcañiz a tomar la última.
PERFIL DE LA RUTA
Los datos: 7 horas en total, incluyendo paradas. 1.600 m. de desnivel acumulado - 21,2 km. de distancia - y 23 participantes.